top of page

En esta sección puedes leer sobre las historias detrás de las fotos que he tomado a través de los años y algunas de mis piezas de arte. Una de las cosas que más disfruto de la fotografía, es precisamente el proceso de tomar la foto. ¡A veces, la historia es más interesante que la misma foto! Te comparto aquí lo que he vivido detrás del lente

¿Una oruga lanuda como yo?

  • Foto del escritor: Karenlie
    Karenlie
  • 7 ene 2018
  • 6 Min. de lectura

Con frecuencia, Dios utiliza la naturaleza para enseñarme cosas o mostrarme vivos ejemplos de lecciones que estoy aprendiendo. Por eso me encanta ver documentales de animales y naturaleza. Mis favoritos son los que la BBC produce, en especial la serie de Planet Earth y Frozen Planet. Recientemente, estaba viendo un episodio de Frozen Planet, cuando vi un fenómeno natural que me conmovió muchísimo. Todos conocemos las analogías entre el proceso de metamorfosis de las mariposas y, a menudo, comparamos nuestras etapas de vida difíciles con ese proceso de transformación y cambio por el cual pasamos antes de convertirnos en "mariposas".

Sin embargo, en mi vida, he sentido muchas veces como si paso por etapa tras etapa y ¡no me acabo de transformar en mariposa! A menudo pienso que después de esta prueba llegará la oportunidad o el momento para el cual Dios me ha estado preparando todos estos años en el desierto. Pero, pasa la prueba y nada. Y luego, otra prueba más fuerte...y nada. Bueno, digo "nada", pero yo sé que siempre se aprende y cada lección de vida nos prepara y moldea más para tener el carácter de Cristo, si se lo permitimos. Entonces, déjame explicarte lo que quiero decir con un ejemplo de la Palabra que todos conocemos.

Cuando David era solo un jovencito, su deber era cuidar las ovejas de su padre. Durante ese tiempo, conocía y amaba a Dios, a medida que su corazón iba creciendo en madurez. Un día inesperado, llegó Samuel y lo ungió como el próximo rey de Israel. Después de ser ungido, David venció a Goliat y se casó con la hija del rey Saúl. Es probable que él pensaría que estaba más cerca que nunca de su reinado; después de todo, trabajaba para el rey y ¡también era su yerno! Pero, no fue así como sucedió. Sabemos que Saúl intentó matar a David y que David pasó años huyendo del rey, viviendo en cuevas y lugares difíciles de acceder en las montañas. De hecho, desde el momento de la unción hasta que David se convirtió en rey, pasaron como 15 años. Una y otra vez pasó por situaciones que parecían acercarle más al destino que Dios había trazado para él, solo para ser decepcionado una vez más. Podemos leer sobre el conflicto interno que esto le causaba a David en muchos de los salmos que escribió.

Yo nunca he sido ungida como la próxima reina, pero desde pequeña, he creído que Dios tiene un llamado sobre mi vida. Sin embargo, cuando más cerca he estado de lo que yo he pensado que podría ser el destino que Dios ha estado preparando, algo pasa y termino en una "cueva" o en un valle de soledad y aislamiento donde son precisamente los salmos de David los que traen consuelo y esperanza a mi vida.

Otros que pasaron por procesos similares fueron José, Moisés, Abraham...en fin, la Biblia está llena de ejemplos como estos, porque es precisamente en estos valles y cuevas que Dios prepara nuestros corazones. ¿Y Frozen Planet? Espérame tantito que estoy llegando al punto.

Dios creó un insecto que me asombra. Es el wooly bear caterpillar o la oruga de oso lanudo (mi traducción). ¡Creo que nunca me he identificado tanto con otro insecto! Esta oruga vive en las tundras del ártico, donde las temperaturas de invierno promedian a menos 34 grados centígrados. En la primavera, la oruga come rápidamente, para aprovechar el clima. Sin embargo, cuando se acerca el invierno, la oruga no tiene suficientes "reservas" para transformarse en polilla (moth), un familiar de las mariposas.

Como todavía no puede volar, no puede huir del ártico, así que busca una piedra bajo la cual refugiarse. Cuando llega el invierno, todo se congela y la oruga deja de respirar, su corazón se detiene y el flujo de sangre también para. En efecto, la oruga muere. Cuando regresa la primavera y el hielo se derrite, milagrosamente, ¡la oruga resucita! Como si nada hubiera pasado, regresa a su tarea de alimentarse y buscar llenar sus reservas para su transformación. Pero, vez tras vez, año tras año, no es suficiente, no está lista.

Según Frozen Planet, ¡¡pasarán 14 años de este proceso antes de que la oruga por fin esté lista para convertirse en polilla!! Año tras año, la oruga come y se prepara para su destino. Cuando finalmente está lista, se teje su capullo, dentro del cual su cuerpo se transforma, desarrollando sus alas y sus habilidades de búsqueda, que son cruciales para su sobrevivencia.

En el caso de la oruga, su destino después de todo ese proceso, es aparearse y reproducirse. En nuestro caso, como creyentes, nuestros procesos de maduración también suelen dar a luz vida nueva, al compartir con otras personas la verdad del Evangelio y el cuidado de Dios al hilvanar nuestras historias, ¡aunque a veces nos tome 14 años o más de vivir en una cueva o bajo una piedra!

Fíjate qué hermoso simbolismo, que la oruga busque refugio bajo una piedra. La palabra nos enseña que Cristo es nuestra roca y que estamos seguros cuando edificamos nuestra vida en Él.

"Sé para mí una roca de refugio, adonde recurra yo continuamente.

Tú has dado mandamiento para salvarme, porque tú eres mi roca y

mi fortaleza". Salmo 71:3

Él nos protege en los tiempos de congelación, en esos momentos donde nos sentimos muertos en vida. Él nos revive, nos alimenta, nos guarda celosamente, sabiendo bien cuándo es el momento indicado para dejarnos volar.

Sinceramente, veía estas dramáticas escenas en el documental y lloraba ante el increíble diseño de nuestro Padre, que nos muestra aún con los insectos cuánto nos ama y que su cuidado con nosotros es individual y específico.

Cuando sientas que Dios te ha olvidado, que estás congelada, que ya no te huelen ni las azucenas, recuerda a la oruga de oso lanudo. Recuerda a David huyendo por su vida, viviendo como un mismo animal salvaje por los montes. Recuerda a Moisés, cuidando ovejas ruidosas y tontas por tierras áridas por 40 años (los mismos 40 años que después pasó en el desierto cuidando gente ovejuna, tontas y ruidosas después de librarlos de Egipto). Recuerda a Abraham esperando la promesa de un hijo año tras año, arruga tras arruga, cana tras cana. Recuerda a José, olvidado por todos, sin familia y preso en una cárcel que solo Dios sabe las condiciones en las cuales viviría allí. Recuerda.

Recuerda la misericordia de Dios sobre tu vida en otras ocasiones. Recuerda su provisión y cuidado contigo. Recuerda la cruz. Recuerda la presencia del Espíritu Santo en tu vida. Recuerda las oraciones contestadas. Recuerda el mar abierto, el maná del cielo y el silbido apacible de su presencia. (Lee el Salmo 78, por favor).

Abraham llegó a ser el padre de naciones. David, el rey más importante en la historia del pueblo de Israel y uno de los ¡tatarabuelos de Jesús! José, el segundo en mando en Egipto, responsable por salvar la vida de miles, si no millones, de personas cuando vino la hambruna de siete años. Moisés hablaba con Dios cara a cara, llegó a ser el hombre más manso sobre la faz de la tierra (Nm.12:3) y fue uno de los que estuvo con Jesús en el monte de la transfiguración.

No sabemos cuál será nuestro papel en la historia que Dios está escribiendo, pero sea cual sea, será bueno porque Dios lo diseñó. Juan el Bautista preparó camino para el ministerio de Jesús y terminó decapitado, pero cumplió su destino y Jesús dijo que "Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él" (Mt.11:11).

Estar en una cueva o bajo una piedra no es el final de tu historia. Ten aliento, sigue alimentándote y llenando tus reservas para que cuando Dios diga que es tiempo, puedas volar.

------------------------------------------------------------------

Todas las fotos en este post son del documental Frozen Planet, no las tomé yo.

Aquí les comparto este video corto de la oruga. Este no es el de Frozen Planet, pero usa muchas de las misma imágenes. Si tienes Netflix, puedes ver Frozen Planet ahí. La oruga aparece en el episodio dos (Spring). Por cierto, también te recomiendo Planet Earth I y II, ¡están súper impresionantes!

© 2024 Apertura 8.12. Todos los derechos reservados. 

  • Instagram Social Icon
bottom of page