Refugio contra el turbión

Muchos recordaremos el año 2017 como uno difícil y tormentoso. Para mí, ha sido sin duda el año más fuerte de toda mi vida. El dolor por la pérdida y la incertidumbre del mañana me acompañan diariamente. En medio de mi quebranto, Dios ha usado el libro de Isaías para traer consuelo y esperanza a mi vida. Pasajes como Isaías 54 y 43 me infunden mucho aliento. Un día, me topé con Isaías 32:2 y, a pesar de que lo había leído anteriormente, en este momento cobró aún más significado para mi vida.

"Y será aquel varón como escondedero contra el viento, y como refugio contra el turbión; como arroyos de aguas en tierra de sequedad, como sombra de gran peñasco en tierra calurosa". Is.32:2

Dos años antes, había ido sola en un viaje de retiro personal al Gran Cañón en Arizona. Esa semana visité muchos desiertos y lagos que se estaban vaciando por la sequía. Le decía al Señor que me sentía así, seca, sedienta y diferente a quien antes era. El último día del viaje, frente a un lago que había bajado su nivel de agua como 30 pies, sentí que Dios ministró a mi corazón estas palabras: "Tu satisfacción solo puede venir de mí. No de tu esposo, tu familia, tus hijas o tu carrera. Solo yo puedo llenarte y satisfacerte".

Allí frente a ese lago, le escribí esta canción al Señor:

Sáciame tú

cuando la vida me golpea,

dejando mi alma triste y seca,

sáciame tú

Cuando mi cauce se ha secado

y mis fuerzas han menguado

en mi desierto, en mi flaqueza,

lejos de tu presencia,

sáciame.

Abre ríos en mi soledad

apaciéntame en tu amor

respira vida sobre mí

venda mis alas, volveré a volar

Cuando estoy en ti,

es que encuentro mi lugar

Esa y otras canciones me ayudaron a enfrentar las noches de desvelo y los momentos de llanto donde no me salían palabras. Las palabras de Isaías retumbaban en mi mente, "refugio contra el turbión". La RAE define turbión como 1) Aguacero con viento fuerte, que viene repentinamente y dura poco. 2) Multitud de cosas que caen de golpe, llevando tras sí lo que encuentran. 3) Multitud de cosas que vienen juntas y violentamente y ofenden y lastiman. ¡Todas las definiciones se aplicaban a mi vida en los últimos años!

Cuando ocurrió el terremoto en México el 19 de septiembre del 2017 y pocos días después el huracán María por Puerto Rico, mi país de origen, las palabras de Isaías volvieron a infundirme paz. En ese momento, no sabía nada sobre mi familia en PR porque estábamos incomunicados por la magnitud del desastre, del turbión. En ese momento, tomé mi guitarra y escribí este canto al Señor. Lo comparto con ustedes porque sé que hay muchas sufriendo ahora mismo unas pruebas y tormentas que no tienen explicación y que, a menudo, parecen imposible sobrellevarlas.

Toma aliento hermana, amiga, refúgiate en Jesús, nuestro escondedero, nuestro refugio, nuestra agua en la sequía. Digamos como dijo Habacuc:

"Aunque la higuera no florezca, ni en las vides haya fruto, aunque falte el producto del olivo, y los labrados no den mantenimiento, y las ovejas sean quitadas de la majada, y no haya vacas en los corrales; con todo yo me alegraré en Jehová, y me gozaré en el Dios de mi salvación. Jehová el Señor es mi fortaleza, el cual hace mis pies como de ciervas, y en mis alturas me hace andar". Hab. 3:17-19